Al finalizar sus estudios de bachillerato, a la edad de quince años, toda la familia se trasladó a Barcelona para que este pudiera comenzar los estudios de arquitectura, deseo que siempre había tenido su padre, maestro de la escuela de Reus.
Para poder sobrevivir en Barcelona, el padre de familia impartía clases particulares a los alumnos que le proporcionaba principalmente Antoni Gaudí, exalumno de la escuela de Reus y con el que mantenía una buena amistad.
El hijo mayor del maestro comenzó sus estudios de arquitectura en 1881, de sus expedientes académicos se desprende una facilidad para las asignaturas de expresiones gráficas y dificultad con las de carácter más técnico, de hecho, los dos primeros años sólo aprobó la asignatura de dibujo lineal.
Sus aptitudes artísticas lo llevaron a estudiar diversas asignaturas en la Escuela de Bellas Artes, estudios que superó con creces. Parece que la dificultad para progresar en los estudios y su avanzado matrimonio con solo 20 años, fueron el detonante de su abandono de la carrera de arquitectura en 1888. Con veinte años contrajo matrimonio llegando a tener siete hijos, el trabajo para llevar adelante la familia fueron los motivos que le impidieron disfrutar de una vida familiar plena.
Ante sus dificultades para licenciarse en arquitectura, su amigo Antoni Gaudí le ofreció trabajar en su taller y le garantizó un trabajo vitalicio. Trabajó en el taller de Gaudí desde 1887 hasta su muerte. Esta participación le aportó unos conocimientos prácticos que superaban su falta de formación teórica. Trabajaba media jornada para poder colaborar también en otros despachos de arquitectura de alta reputación de la ciudad.
En el taller de Gaudí se convirtió en su persona de confianza, desarrollando tareas de administración, control de los proyectos de la Sagrada Familia y de la Colonia Güell, además de intervenir, dibujar, ampliar y completar los trabajos de Gaudí. La estrecha colaboración con Gaudí dificulta tener claramente dibujada la línea separadora entre lo que hizo Gaudí y lo que hacía su discípulo preferido.
Sus aptitudes artísticas lo llevaron a estudiar diversas asignaturas en la Escuela de Bellas Artes, estudios que superó con creces. Parece que la dificultad para progresar en los estudios y su avanzado matrimonio con solo 20 años, fueron el detonante de su abandono de la carrera de arquitectura en 1888. Con veinte años contrajo matrimonio llegando a tener siete hijos, el trabajo para llevar adelante la familia fueron los motivos que le impidieron disfrutar de una vida familiar plena.
Ante sus dificultades para licenciarse en arquitectura, su amigo Antoni Gaudí le ofreció trabajar en su taller y le garantizó un trabajo vitalicio. Trabajó en el taller de Gaudí desde 1887 hasta su muerte. Esta participación le aportó unos conocimientos prácticos que superaban su falta de formación teórica. Trabajaba media jornada para poder colaborar también en otros despachos de arquitectura de alta reputación de la ciudad.
En el taller de Gaudí se convirtió en su persona de confianza, desarrollando tareas de administración, control de los proyectos de la Sagrada Familia y de la Colonia Güell, además de intervenir, dibujar, ampliar y completar los trabajos de Gaudí. La estrecha colaboración con Gaudí dificulta tener claramente dibujada la línea separadora entre lo que hizo Gaudí y lo que hacía su discípulo preferido.
Además de esta estrecha colaboración profesional con Gaudí, hay que remarcar que siempre mantuvieron una muy buena relación de amistad. Esta amistad se incrementó a partir del año 1911, cuando Gaudí salió de una grave enfermedad diagnosticada como fiebres de Malta, momento a partir del cual era invitado a comer y cenar todos los días con la familia de su colaborador preferido.
Los últimos años de su vida padeció problemas respiratorios. El día 8 de febrero de 1914, con cuarenta y ocho años, sufrió un ataque de uremia, que le llevó a la muerte repentina al día siguiente. Gaudí confesó con tristeza haber perdido su mano derecha.
La problemática de la autoría de los proyectos está siempre presente en toda la obra de aquel adelantado discípulo, desempeñó el trabajo de arquitecto, dejando cantidad de edificios modernistas en la ciudad de Barcelona pero la imposibilidad de firmar proyectos hace que sus obras aparezcan firmadas por los arquitectos con los que colaboraba.
La problemática de la autoría de los proyectos está siempre presente en toda la obra de aquel adelantado discípulo, desempeñó el trabajo de arquitecto, dejando cantidad de edificios modernistas en la ciudad de Barcelona pero la imposibilidad de firmar proyectos hace que sus obras aparezcan firmadas por los arquitectos con los que colaboraba.