CULPABLE DE MI MISMO

Nunca culpó a nadie, él es el único culpable de la mochila de su vida, en el pasado no tuvo agallas para hacer las cosas a su manera, ¿tan impactante hubiese sido?. Conozco muy bien cada detalle de su historia incluida la conversación en el interior de aquel automóvil en el verano de 1979 y del cual se bajó decidido a marchar de manera impulsiva de la ciudad. Ahora ya han pasado más de 16 años viviendo y trabajando en la incongruencia más absoluta y hostil. El contenido de su vida, las decisiones que tomó, no eran coherentes con lo que él era y con lo que quería ser. Lo hizo sin poner el corazón, sin pasión, sin ganas y sin ningún aliciente. Por un lado era un privilegiado con una vida segura, predecible y exacto como el segundero de un reloj. El gran problema era que todo lo hacía en función de las expectativas que los demás tenían sobre él.
Si le hubiesen preguntado: 
"¿Esta es la vida que quieres vivir?, ¿Este es el trabajo que te gusta?, ¿Estás cumpliendo el cometido por el que viniste al mundo?".
Hubiera tenido que contestar: "no, para nada, no, ni de cerca".
Hay algo que sigue sin funcionar y durante tantos años no se ha enfrentado a ello, pensaba que era mejor seguir y no perjudicar a los que le rodeaban. Lo echó todo a perder y ahora está atrapado, viviendo una vida que odia y no soporta,,,, No puedo más!!... gritó con fuerza.
Dos últimos golpes de rabia con el martillo en el yunque bastaron para salir del taller, sin pensarlo y con lo puesto, con el aire fresco de media mañana y el sol todavía alto, para no regresar nunca jamás a ensuciarse las manos a disgusto.