Evaristo empezó su trayectoria profesional trabajando en una agencia de bolsa de la ciudad, él gozaba de una aptitud especial para intuir correctamente que valores podía recomendar como buena inversión a los clientes con los que trataba. La buena actualidad económica y el prestigio obtenido rápidamente le permitieron abrir su propia empresa desde donde asesoraba y efectuaba con éxito transacciones financieras con las fortunas de sus clientes. Más adelante, con la culminación de los beneficios obtenidos y en unos años de esplendor económico, abrió su propia entidad bancaria y financiera.
Pocos años más tarde ya era conocido como una persona honorable, financiero, banquero, político, aristócrata, mecenas, etc.
Desempeñó un importante papel durante la exposición universal de 1888 y durante su inauguración se hospedaron en su casa miembros de la realeza, concrétamente, la reina Maria Cristina y su hijo Alfonso XIII, que contaba en aquel entonces con apenas 2 años. La magnífica torre era la casa de veraneo de Evaristo y su familia, con unos jardines románticos que abarcaban unas grandes extensiones de terreno con esculturas, estanques y pequeñas edificaciones de la época. En los jardines se organizaban fiestas, conciertos y eventos con invitados ilustres o de la alta burguesía como el propietario del Palacio Celeste.
Al estallar la guerra civil toda aquella maravilla fue confiscada y abierta a los ciudadanos de la población para su uso y disfrute, al acabar la guerra volvió a manos de sus antiguos propietarios y finalmente expropiado para uso de toda la ciudadanía de la población que durante varias décadas estuvieron reivindicando toda la finca como pública. La majestuosa torre construida con materiales traídos desde países de Europa central, y sin uso alguno, quedó abandonada y más tarde vandalizada por completo.
Al estallar la guerra civil toda aquella maravilla fue confiscada y abierta a los ciudadanos de la población para su uso y disfrute, al acabar la guerra volvió a manos de sus antiguos propietarios y finalmente expropiado para uso de toda la ciudadanía de la población que durante varias décadas estuvieron reivindicando toda la finca como pública. La majestuosa torre construida con materiales traídos desde países de Europa central, y sin uso alguno, quedó abandonada y más tarde vandalizada por completo.
Gran historia y preciosas fotos, Jordi! Y, como siempre, algún cadáver :P
ResponderEliminarGracias Noelia por tu comentario. si, la historia es realmente sorprendente. Una vez más los abandonos hacen revivir emociones.
EliminarUn saludo
Jordi Vall
Como siempre una magnifica localización y que decir de las fotos!!!
ResponderEliminarGracias Jabier Suarez!!
EliminarREalmente impresionante cuando me puse a buscar la historia
del lugar,,,, sorprendente!!
un saludo
Jordi Vall
Como "El perro del hortelano": ni come ni deja comer. Ni unos ni otros se la quedaron y terminó imcomprensiblemente en un estado ruinoso del que solo las "hienas" sacan provecho.
ResponderEliminarTus imágenes geniales, como siempre. ¡Pobre Evaristo si levantara la cabeza!
En la actualidad el pueblo puede pasear por el parque,,,, lo que había sido sus tierras y jardines,,,, además es un gran jardín. Primero encontré esta casa señorial y al entrar,,, como siempre, intento encontrar la historia, desde luego era sorprendente.
EliminarUn abrazo
Jordi Vall