domingo, 26 de octubre de 2014

EL AGENTE DE BOLSA


Evaristo empezó su trayectoria profesional trabajando en una agencia de bolsa de la ciudad, él gozaba de una aptitud especial para  intuir correctamente  que valores podía recomendar como buena inversión a los clientes con los que trataba.  La buena actualidad económica y el prestigio obtenido rápidamente le permitieron abrir su propia empresa desde donde asesoraba y efectuaba con éxito transacciones financieras con las fortunas de sus clientes. Más adelante, con la culminación de los beneficios obtenidos y  en unos años de esplendor económico, abrió su propia entidad bancaria y financiera.
Pocos años más tarde ya era conocido como una persona honorable, financiero, banquero, político, aristócrata, mecenas, etc. 
Desempeñó un importante papel durante la exposición universal de 1888 y durante su inauguración se hospedaron en su casa miembros de la realeza, concrétamente,  la reina Maria Cristina y su hijo Alfonso XIII, que contaba en aquel entonces con apenas 2 años.  La magnífica torre era la casa de veraneo de Evaristo y su familia, con unos jardines románticos que abarcaban unas grandes extensiones de terreno con esculturas, estanques y pequeñas edificaciones de la época. En los jardines se organizaban fiestas, conciertos y eventos con invitados ilustres o de la alta burguesía como el propietario del Palacio Celeste. 
Al estallar la guerra civil toda aquella maravilla fue confiscada y abierta a los ciudadanos de la población para su uso y disfrute, al acabar la guerra volvió a manos de sus antiguos propietarios y finalmente expropiado para uso de toda la ciudadanía de la población que durante varias décadas estuvieron reivindicando toda la finca como pública. La majestuosa torre construida con materiales traídos desde países de Europa central, y sin uso alguno, quedó abandonada y más tarde vandalizada por completo. 


















sábado, 18 de octubre de 2014

INGENIERIA MECANICA OBSOLETA


En diversas ocasiones hacemos uso de frases hechas o dichos populares para usar como moralejas ante situaciones de la vida, y hoy al entrar en este maravilloso lugar, he rescatado de mi memoria  un dicho muy corriente que dice: 

"En casa del herrero cuchillo de palo"  

En este caso no lo podemos aplicar ya que en esta empresa las materias primas básicas utilizadas eran los metales como el hierro, el cobre, el aluminio y el latón.
Se trata de una pequeña fábrica de inicios del siglo pasado dedicada al diseño y fabricación de maquinaria industrial con talleres propios para efectuar todos los procesos necesarios, desde el inicio, y  hasta la obtención del producto final.
Todos los procesos de fabricación estaban repartidos por secciones: fundición de metales, hornos, fabricación de moldes, mecanizado, montaje, oficina de innovación y diseño, pintura y acabados, empaquetado y distribución, departamento comercial, recambios, etc.
El éxito era exponencial y la fábrica crecía a la vez que se trabajaba, es decir, mientras los operarios trabajaban en sus puestos de trabajo una brigada de paletas iban edificando naves contiguas para albergar a más operarios a la cadena de producción. 
La gestión de la fábrica era inmejorable ofreciendo en el mercado  unos productos económicos y de una calidad excepcional, siendo  un modelo a seguir dentro del mundo empresarial al igual que  otras  empresas destacables como la Central de Lingotes Ceramicos S.A. o la Fabrica de piensos.
Después de la guerra civil la dirección de la empresa se vio incapaz de recuperar el proceso de industrialización, adaptarse a las pautas marcadas por el nuevo sistema político franquista, con un escenario económico desesperante y con una contabilidad cargada de deudas. 
El brillante ingeniero, creador de todas aquellas maravillas e ingenios mecánicos, con más de 500 trabajadores a su cargo cerró las puertas de lo que había sido una industria puntera en su sector y de reconocido prestigio en toda Europa, dejándolo todo intacto y muy bien custodiado, en el más puro silencio como testigo de aquel frenético triunfo industrial.
































domingo, 12 de octubre de 2014

CON "D" DE DISEÑO


Un promontorio en lo alto de una pequeña colina, con unas maravillosas vistas al mar  y bajo el olor de la resina desprendida por aquellos grandes pinos, era el paraje minuciosamente escogido para  el proyecto del brillante arquitecto. Maravillado por el inmejorable emplazamiento, la singular vivienda, con un diseño exageradamente funcional y adelantado a su época, fue  construida en 1958
William Dunkel, el arquitecto, acudió todos los veranos  a su casa de la costa del mediterráneo después de largos trayectos desde su primera residencia en Europa central. El viaje era una odisea, un mes antes se iniciaban los preparativos, se llenaban con todo cuidado, perfectamente ordenado y protegido, 2 grandes baúles, con las ropas de toda la familia, herramientas de cocina y todo lo necesario para pasar toda la temporada estival.  
El viaje era largo, suerte que previamente sus hijos, grababan cada año en un magnetófono portátil el último festival de Eurovisión para amenizar con música el pesado viaje en un coche de último modelo pero que todavía carecía de radiocassette.
Todos los días, a William,  le encantaba sentarse  al atardecer y durante horas,  en lo que era la fusión del jardín con la disimulada terraza para quedar pasmado ante la visión de la bahía del entrañable pueblecito de mar  bañado por el va y ven de las olas. 
En el verano de 1980 nadie asistió  a contemplar las vistas de aquel azul del mar,  las puestas de sol del atardecer estival ni a percibir la frescura de la brisa marina en la cara.  
Solo había una  sencilla y única explicación, William, falleció ese mismo año dejando aquel idílico lugar en manos de nadie y abandonado para siempre. Los pescadores de aquel tranquilo mar, sin ser conocedores de la noticia, le echaron de menos desde entonces cada verano y ese fue uno de los asíduos temas de charla en la La Taberna de las Leyendas.